¿Es posible sustituir los combustibles fósiles con biomasa?
Los promotores del cáñamo industrial arguyen que su uso podría proporcionar la biomasa necesaria para suplir nuestras necesidades de energía. Desde la crisis del petróleo en la década de los setentas se ha realizado mucha investigación en el uso de biomasa para la producción de energía, lamentablemente la corrupta, y generosamente subvencionada, industria de la energía fósil no ha permitido que la implementación de las nuevas formas de energía alcance el impulso necesario.
En primer lugar hay que considerar los diferentes usos industriales del cáñamo. Los productos son: la semilla, que se usa como alimento, tanto para aves como para ganado y humanos, y también para extraer su aceite que se usa para alimento, combustible, lubricantes, cosméticos y resina; las hojas y flores, usadas como droga recreativa y de donde también se obtiene un aceite esencial con múltiples usos medicinales; finalmente las ramas y raíces de donde se obtienen fibra y pulpa.
Con tantos usos tan importantes inevitablemente aparece el cuestionamiento de qué tan ético puede ser usar un producto tan maravilloso para literalmente quemarlo. La solución está en el volumen. Cuando una cantidad significativa de la tierra cultivable del mundo se use para producir cáñamo será tal la abundancia de alimento, medicina, fibra y pulpa que no nos va a doler usar una parte para producir energía.
El aprovechamiento del cáñamo es absoluto, no se desperdicia nada; el residuo después de la extracción del aceite de semilla sirve para hacer alimentos. De las ramas y troncos, alrededor del 30% es fibra de alta calidad para cordajes y telas, el resto se puede usar para producir papel y energía, se puede quemar como leña, pero se puede lograr más eficiencia utilizando la pirólisis o incluso se puede hidrolizar y fermentar para producir etanol del cual obtener una energía aun más limpia y eficiente. No solo el residuo de la industria del cáñamo representa celulosa hidrolizable y fermentable para producir etanol, los residuos de la producción de cereales también podrían entrar en esta ecuación y proveer todavía más energía carbono neutral. Estos procesos también generan residuos que en lugar de más contaminación pueden proveer piensos para ganado y fertilizantes orgánicos. ¿Por qué no se está haciendo esto ya? El deliberado abaratamiento, mediante enormes subvenciones, de los combustibles fósiles hacen imposible la competencia, pero eso está a punto de terminar y los precios del petróleo y sus derivados tendrán un incremento enorme en los próximos años.
El cáñamo puede cultivarse en una gran variedad de climas, incluso en tierra poco fértil, requiere poco o nada de fertilizantes y plaguicidas químicos; produce de 1 a 2 TM de semilla por Ha, según la variedad, y hasta 15 TM de fibra y pulpa por Ha. De la semilla, alrededor de 35% es aceite. Este aceite puede usarse en los motores Diesel de la maquinaria agrícola. Aunque todavía resulta caro comparado con el Diesel de petróleo, no será así por mucho tiempo, porque el precio de la producción industrial y el transporte se volverá prohibitivo por el alto precio de los combustibles. La agricultura del futuro cercano podrá seguir beneficiándose de la mecanización sin que el costo económico y ambiental sea una carga insoportable.
Si quisiéramos en Costa Rica sustituir el petróleo con biodiesel de semilla de cáñamo tendríamos que cuadruplicar el área destinada a la agricultura y únicamente sembrar cáñamo, esto es obviamente imposible; pero hay algo que sí podría hacerse que es utilizar biodiesel de semilla de cáñamo para la generación eléctrica. Recientemente el ICE anunció que la proporción de electricidad producida a partir de derivados de petróleo alcanzó el 9,48% en 2011. Por otro lado, nuestro principal producto agrícola de exportación, la piña, utiliza casi 50 000 Ha y representa para el país una tragedia ecológica, económica y laboral. Si sustituyéramos la piña por cáñamo podríamos producir suficiente biodiesel para cubrir las necesidades de la producción térmica de electricidad, y sobraría para mantener la maquinaria agrícola trabajando. Evidentemente en este momento esto no se puede hacer por razones políticas, pero técnica y materialmente es posible.
La era de consumismo y desperdicio en que desembocó la "abundancia" y "baratura" de la energía fósil, no puede continuar. La esperanza que nos ofrece la energía de la biomasa del cáñamo no es para que todo siga como está. Habrá que hacer grandes cambios, pero aprovechando racional y austeramente la energía renovable podríamos seguir disfrutando de las tecnologías de la revolución industrial en forma indefinida, eso sí, adaptándonos a la capacidad de nuestro planeta. La alternativa es no hacer nada, perderlo todo y volver a la edad de piedra, o incluso desaparecer como especie.
Referencias:
1 comentarios:
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